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El comportamiento terapéutico del Bobtail

cachorros de bobtail

Con su gran tamaño, el Bobtail sólo se asemeja a un gran perrito de felpa. Y acompaña esta imagen con un carácter dócil, obediente y de los más puros y fuertes instintos. El Bobtail ha sido llamado muy a menudo como el “Perro-Niñera” por semejantes buenas conductas, pero es mucho más que eso: también puede ser el perfecto compañero para los convalecientes, para personas con problemas emocionales y también ciertas dificultades cognitivas. Por eso, también hoy lo mencionamos como un animal “de asistencia terapéutica”.

La conducta natural del perro

El Viejo Pastor Inglés es un animal de gran corazón. En circunstancias normales dentro de un hogar, es normal que el animal detecte el humor y la emoción de cada miembro, cada día. Así, cuando estás triste es común que tu Bobtail se acerque a ti y te de su cariño, que se tumbe a tu lado cuando estás cansado del trabajo y llegar a ver la TV, que juegue contigo dando saltos a tu alrededor cuando estás muy feliz.

Esta capacidad de percibir las emociones de las personas y de los animales es lo que convierte al Bobtail en un animal de compañía ideal para los ancianos, y para personas con enfermedades, que deban cumplir reposo, o que tengan emociones negativas. En centros terapéuticos para desórdenes emocionales es habitual ver esta raza acompañando a los pacientes, pues es suave en sus movimientos, educado en su comportamiento, y también es capaz de dar amor en un grado de pureza máximo.

Autorregulación

Pese  que el Bobtail es un animal que siempre busca estar en actividad, cuando tienes que hacer reposo el perro aprende a regularse. Si te quedas en cama un día entero, por ejemplo, el animal no te pedirá salir a orinar, ni pasear, ni jugar hasta que alguien más llegue al hogar, con tal de que no te levantes de la cama. Se quedará allí quieto, mirándote, atento a tus necesidades y no a la inversa.

Su empatía es notable, en lo que respecta a las emociones y condiciones de los miembros de su familia humana. I estás enfermo, o tienes dolores, el animal suele quedarse quieto en su cucha cuando te vas a la cita médica o cundo no estés al alcance de su vista. Sabe que alguien a quien ama está sufriendo, y eso lo anima a respetar la celeridad de tu recuperación o a compadecerse de tu dolor. Pero en cuanto regresas, es quien estará allí, listo para hacerte una caricia y demostrarte su felicidad por tu regreso.

Y aunque es reconocido por sus pedidos de caricias, también es el responsable auto-impuesto de darlas. No es extraño ver a un Bobtail lamiendo las manos o frotando los pies de un miembro de la familia que esté enfermo y en cama, y también suele poner su cabeza en tu regazo cuando te sientes triste. En cuanto tú demuestres un leve signo de bienestar, el animal saltará de felicidad. Pero todavía no te pedirá cariño hasta tanto no perciba que estás totalmente recuperado, eso lo convierte en un animal genial para los convalecientes y también para los ancianos.

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