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Cómo adiestrar a tu Bobtail

perro bobtail

Una pregunta que se repite entre quienes nunca antes han experimentado esta maravillosa convivencia. Su gran porte, su peso corporal y su carácter siempre alegre y juguetón lleva a pensar a que el adiestramiento será cosa complicada. Pero sal de todas tus dudas y temores: el Bobtail es un animal ideal para tener de compañía en casa, cualquiera sea la situación, pues será poco tu trabajo en su adiestramiento, mientras que su intuición hará la parte más grande de este entrenamiento de convivencia, para ambos.

Un poco de historia

Aunque se lo conoce por su mote de “Bobtail” (porque suele carecer de rabo), este animal se define mejor como el “Viejo Pastor Inglés”. Y no es por nada, sino que es una raza históricamente ideal para asistir en el acarreo de ovejas y otros animales. Y no es un detalle menor, pues esta labor quedó reservada para animales con extraordinarias capacidades de seguir las órdenes y de preservar la integridad de los rebaños, conducta que hoy los Bobtails repiten en el hogar.

Comprender su naturaleza es esencial para adiestrar un Bobtail. Se trata de un animal cariñoso, obediente y juguetón, pero que tiene sus propios tempos de aprendizaje y de descanso. No debes obligarlo a larguísimas sesiones de entrenamiento, pues el animal perderá el interés. Lo mejor es intercalar momentos educativos con momentos de juego y premios, y así mantendrás la atención y la mejor predisposición del animal por hasta horas de entrenamiento.

¡No te canses tú primero!

El Viejo Pastor inglés es un animal de enorme cantidad de energía. Cuando está entretenido puede mantenerse horas en actividad, e incluso cuando lo regañas por ello es habitual que el animal acerque a ti sus juguetes para seguir divirtiéndose contigo. A la hora de educarlo debes disponer del espacio suficiente y tomarlo con calma: no dediques un día a enseñarle un truco, sino que debes dar variedad a los períodos de educación.

De preferencia evita la presencia de otras personas durante el adiestramiento. I hubiera niños u otros, el animal rápidamente cambiará su atención hacia ellos cuando quiera jugar en lugar de aprender. Ten, en cambio, diversas actividades planificadas, con premiso y con breves lapsos de relajación, para que el animal se mantenga comprometido durante su aprendizaje.

El proceso

Lo primero que debes enseñar a tu mascota es el límite, el comprender cuándo es momento de dejar de jugar o de tener más cuidado con su tamaño y peso hacia los demás. Recuerda la regla de oro: la mano sólo acaricia. Nada más efectivo para regañar a un Bobtail que la voz de mando firme, un sonido particular, así como se necesita del premio (alimento o caricias) para reafirmar sus acciones positivas. La constancia es tu segundo mejor amigo en esto: el entrenamiento debe hacerse a diario si fuera posible, o día de por medio, pero no sólo una vez por semana o con menos regularidad, pues perderás el interés del animal.

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