Mucho se habla de cómo adiestrar, entrenar, educar y mantener al Bobtail o Viejo Pastor Inglés, pero muy poco se habla sobre ser tú mismo un buen amigo para tu perro. Hay quienes usan la palabra “amo”, otros simplemente “propietario”; sea lo que fuere que elijas, aquí te contamos cómo ser un buen compañero, educador, “padre” o “madre” y amigo de tu perro Bobtail, para asegurar su seguridad, su bienestar y la felicidad de ambos.
Tus obligaciones como humano
Además de contemplar qué es lo que esperas de tu perro, considera qué es lo que tu Bobtail espera de ti. Debes ser su educador y también su amigo, su compañero cuando han de actuar en conjunto, aliados en las aventuras, en los paseos y también en los momentos de descanso.
Como humano, debes cumplir tus responsabilidades respecto del cuidado y la salud de tu Bobtail. Una de estas tareas que definitivamente quieres atender es cumplir con su calendario de vacunación y las revisiones veterinarias regulares, pues hay muchas enfermedades que la naturaleza de tu perro Bobtail no está capacitada a enfrentar por su cuenta.
Tú esperas que tu perro Bobtail cumpla con sus tareas, como no orinar en la alfombra ni saltar encima de los invitados. Piénsalo del mismo modo con tu propia conducta: eres también es responsable de mantener a tu Bobtail limpio y bello. Cumple con el ciclo de baños recomendado por el médico veterinario (según el estilo de vida de tu animal, el clima de tu ciudad y algunos detalles más), corta sus uñas, limpia sus ojos y orejas, y cepilla regularmente su pelaje para evitar que se formen nudos.
Aplica productos y elementos de prevención de plagas, como pulgas y garrapatas, y también atiende a la prevención o eliminación de parásitos, siguiendo las recomendaciones del veterinario de confianza.
Sé la “persona adulta” de esta pareja
Aunque quieres ser amigo de tu perro Bobtail, asegúrate de ser también quien establece las reglas y las rutinas en la convivencia. No lo alimentes cuando se le antoje pedirlo: cumple con una rutina de dos o tres raciones diarias, para mantener su sistema digestivo en orden y enseñarle de sus buenas conductas hogareñas.
Desde el primer día en el que recibas a tu perro Bobtail en casa, acostúmbralo a que esté solo por algún tiempo, premiando su buen comportamiento en el reencuentro. No permitas que, cuando sea mayor, su aburrimiento o su soledad sean una excusa para que rompa o haga desastres. Dependiendo de tu casa y del clima de tu ciudad puedes dejarlo en el jardín o dentro de casa, en su sitio especial y con agua limpia, alimento (si corresponde) y algunos juguetes a su alcance. Repite esta rutina de “dejarlo a solas” todos los días, que comprenda que la ausencia de los humanos sólo significa un pronto regreso, y no un pase libre para hacer a sus anchas.
Mantén una conducta coherente y firme con tu animal, sin dejar de premiarlo, acariciarlo, felicitarlo y jugar con él o con ella algunos momentos de cada día. Integra a tu perro Bobtail a la familia, si la tienes, o haz un espacio para compartir sólo los dos al final del día, para que tu perro comprenda que está en un ambiente de a mor, a la vez que respeto y camaradería. Ser el mejor “humano” de tu Bobtail es fácil, sólo debes proponértelo.